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“Arte de protesta” en Cuba
Existe una tendencia hacia la formación de un nuevo carácter social entre la población cubana, centrado en la expresión sistemática de sus demandas por medios no violentos.
El pueblo cubano está de vuelta en las calles. otra vez. aO se ha hecho de forma sistemática desde el 11 de julio de 2021Y también ante aquel hecho decisivo en la sociedad cubana. Cuando ocurrió el 11 de septiembre, muchas personas, desde partidarios hasta opositores del régimen, se apresuraron a decir que fue un evento aleatorio. Al principio dijeron que no volvería a suceder, ahora aseguran que es “circunstancial”. Hay señales apropiadas tanto para tirios como para troyanos. Algunos fundamentalistas incluso se rasgaron la ropa porque las protestas estaban motivadas por la escasez de alimentos.
La ceguera, o el deseo de ignorar la enorme demostración de poder del pueblo cubano, ignora un hecho contundente y rápido. El Observatorio Cubano de Conflictos contabilizó un total de 5.749 protestas públicas en 2023, 1.846 más que las 3.923 protestas recopiladas en 2022, y casi el doble de lo ocurrido en el propio 2021, cuando se contabilizaron 3.300 protestas. Los números no mienten, lo demuestran. La tendencia hacia la formación de una nueva personalidad social entre la población, centrada en la expresión sistemática de sus demandas por medios no violentos.. El lenguaje expresa explícitamente lo que la gente no quiere: “No más violencia”, “Abajo la dictadura”, “No más molienda”Y también lo que quieras: “actual y comida“, y “¡Libertad!”.
porque Las protestas son, sin duda, políticas.. El colapso económico que vive el país es resultado directo de políticas estatales cuya función principal es mantener en el poder a una élite de privilegiados, a costa de una población que vive en la miseria por decreto.
Las fotos hablan por sí mismas. Una protesta frente a la comisaría de Puente El secretario del partido en Santiago de Cuba y otros funcionarios se subieron al tejado por temor al enojo popularLos r, sentarse en la calle para bloquear el tráfico policial, y otros métodos utilizados en las manifestaciones, han seguido patrones que han tenido éxito en otras latitudes y épocas, y han La historia de un pueblo que aprendió las lecciones de 2021Y un sistema en claro deterioro.
En la mayoría de los casos La policía es vista con cara de confusión e incluso de miedo ante una demostración de verdadero poder popular. En ninguno de los casos los miembros de las llamadas “organizaciones políticas y de masas” se encontraron con multitudes descontentas. Como ocurrió en 2021, la fuerza de las protestas y la magnitud de la primera línea de defensa del régimen quedaron desbordadas.
Se llama poder en números, y es un fenómeno causal, no accidental, porque está sujeto a un proceso de transformación ciudadana que tiene mucho que ver con la realidad del mundo posmoderno, que se caracteriza por una una interconexión cada vez más estrecha entre personas de diferentes entornos, ya sea dentro de un mismo país o a través de cualquier tipo de frontera, ya sea geográfica, ideológica o incluso sectaria. El desarrollo de las tecnologías de las comunicaciones ha superado la capacidad de los regímenes dictatoriales de aislar al individuo y confinarlo en “islas” mentales donde puede ser manipulado a su antojo. El flujo habitual de comunicación política dentro de estos sistemas verticalmente orientados de arriba hacia abajo ha sido reemplazado por una comunicación horizontal, de persona a persona.
Cuando dejas de mirar hacia arriba y miras hacia un lado, esas miradas se unen en una visión compartida, que en última instancia se traduce en una gran cantidad de personas reunidas en torno a una identidad visual, meta u metas comunes. Por regla general, los que han triunfado son movimientos que no tienen una definición ideológica específica. (izquierda, derecha o centro), en lugar Bloques sociales en torno a demandas específicas como las que se escuchan en las calles de la isla. El Uso espontáneo y consensuado del lema “Patria y Vida” en todas partes. Él confirma que sin lugar a dudas Esta es una señal de cambio en Cuba hoy. Vida de propuesta vs. El tétrico y caduco lema “Casa o muerte” del castrismo. Al final, la gran contradicción antagónica que caracteriza a estos regímenes emergió con fuerza, utilizando la misma dialéctica marxista: El pueblo y los gobernantes hablan en direcciones opuestas.
este Cambio hacia una perspectiva interpersonal, acompañado de empoderamiento tecnológicoEs decir, la capacidad de una persona para comunicarse instantáneamente con grandes audiencias a través del teléfono móvil ha abierto un espacio sin precedentes para la solidaridad humana, que es el antídoto más eficaz contra el miedo. Con la pérdida del monopolio del discurso, el neocastrismo dejó de ser el único referente en la vida de los cubanos Así, toda la falsa estructura mitológica que lo sustentaba se derrumbó, incluidos estereotipos como “no hay nadie que arregle esto pero no hay nadie que lo rompa”, y muchos otros que habían servido durante años para alimentar una cultura de apatía. Indiferencia y aceptación de la injusticia como un mal inevitable. La gente quiere un cambio, lo quiere ahora y lo quiere como resultado de sus acciones.No la facilitación del sistema o la intervención milagrosa de terceros.
Estas son las claves de las protestas El colapso del modelo social y político basado en la ilusión de un poder absoluto y omnipotenteAnte el choque con las realidades del mundo moderno. El neocastrismo es disfuncional y no responde a las necesidades básicas de los ciudadanos Posmodernismo tanto a nivel material como espiritual.
Bromeó: “¿Cuáles son los tres mayores logros según la propaganda de la revolución? El deporte, la educación y la salud pública. ¿Y cuáles son sus tres mayores fracasos? El desayuno, el almuerzo y la cena”. Al final, los mitos son derrotados por la dura realidad. El motor de las protestas es más que válido y muy apropiadoEsto se debe a un hecho indiscutible: es capaz de movilizar a miles de personas en busca de un objetivo común.
Es una lógica obstinada enunciada hace unos 2.500 años por el general chino Sun Tzu en su libro. Arte de guerraTambién es un modelo para la gestión noviolenta de conflictos: “La forma correcta es evitar el punto fuerte y atacar el punto débil”. “Arte de protesta” en Cuba También se limita a estrategias que han sido probadas durante miles de años, a quién le gusta y a quién no.
Editorial: Con la represión no conseguirán nada
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