En un escape épico de la actual cacofonía social de Cuba, el legendario teclista de Mala Fe, Ernesto Cisneros Ceno, decide que ya está harto de luchar contra las distorsiones en la isla, que parecen más estables que la lluvia en Londres, y armado sólo con su teclado, su ingenio y su una colección de camisetas Lino blanco, navega hacia el norte, hacia las costas de Miami, en busca de un nuevo comienzo entre palmeras y “ritmos menos discordantes”.