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¿Fracaso o engaño?: El discurso de Fidel Castro 65 años después
Son muchos los ciudadanos que aún sienten respeto, admiración e incluso devoción hacia la personalidad de Fidel Castro.
aunque Cada vez más cubanos han podido desligarse del discurso ideológico Del sistema comunista, que equivale a “sinceridad”, hay muchos ciudadanos que Aún sienten respeto, admiración y hasta devoción por el personaje de Fidel Castro. Esto puede parecer contradictorio e incomprensible si no se conocen plenamente el alcance de la manipulación totalitaria y las habilidades del difunto líder como engañador de masas.
carta Fidel Castro Cuando asumió el cargo de Primer Ministro el 16 de febrero de 1959, hace exactamente 65 años, sólo habían transcurrido 47 días de la victoria de la revolución, lo que constituye un excelente texto para ilustrar las primeras señales de sus intenciones y expectativas políticas.
Inicialmente, el enfoque que dio al puesto que había asumido fue el de una “responsabilidad puesta sobre mis hombros”, mientras prácticamente coronaba Golpe político para destituir al presidente Manuel Urrutia.
Mintió y dijo mucho en ese discurso y la historia lo ha demostrado fehacientemente. Sólo puedes elegir algunos, entre muchos: “Los puestos, como puestos, no me interesan”; “Me quedaré aquí mientras me gane la confianza del Presidente de la República”. Sin embargo, al no aceptar la autoridad real, Urrutia selló su suerte y acabó fuera del poder ejecutivo después de sólo cuatro meses.
Otra idea expuesta en ese primer discurso fue: “Para nosotros en el gobierno, el cargo público no es un cargo para enriquecernos, ni un cargo para ganar honor, sino un cargo para sacrificarnos”. Pero en los meses siguientes, cuando los empresarios y los disidentes se exiliaron para escapar de la revolución, Los barbudos dividieron todos sus palacios. En los barrios residenciales de La Habana, y de todo el país, con sus autos y yates.
bajo El efecto hipnótico de su discurso Con sentimiento de triunfo, la gente creyó todo lo que decía con palabras cautivadoras, con gran énfasis en el nacionalismo y “el pueblo” a quien atribuía todas sus ideas y decisiones. Pocos han sido capaces de superar la flauta del brujo y leer entre líneas el mensaje subliminal que en realidad se dirige a Tiraníapintado temprano.
Si bien dijo tener una “profunda convicción democrática”, también afirmó que “el tiroteo es justo”. Cuando explicó que “queremos preservar las mayores libertades posibles, y haremos todo lo necesario para que los enemigos de la revolución no salgan con el propósito de obligarnos a restringir la más mínima libertad”, llegó a declarar que lo harían. no lo hagas. Derechos humanos reconocidos pero condicionales.
“La Autoridad”, según fidel Ya en este discurso inicial, “debe ser preservado”. Naturalmente, la autoridad en su postura megalómana era su propia fuerza. “En el momento en que las libertades que permiten manifestaciones frente a instituciones públicas comiencen a ser violadas, veremos la necesidad de impedir manifestaciones frente a instituciones públicas. No queremos hacer eso”.
Ser notificado Cómo se dibuja su perfil del dictador. Su tiranía, su necesidad interna de ejercer un poder ilimitado, su tolerancia sesgada de los derechos universales sólo si son ventajosos para él y su intolerancia cuando se utiliza para confrontarlo, lo exponen. Es sin duda un precursor del sistema político totalitario que luego diseñó y que continúa manteniéndonos asfixiados como pueblo.
CEl nacionalismo aumenta aún más cuando Fidel Castro está presente “Queremos preservar el máximo de libertades posibles”, afirma, “y haremos todo lo necesario para que los enemigos de la revolución no salgan con el objetivo de obligarnos a restringir la más mínima libertad”.
Recuerda al machista violento que prometió no gritar ni pegar más a su familia si dejaban de buscarlo. Una idea obsoleta y reaccionaria de un macho alfa. porque Para Fidel Castro las personas siempre han sido un público, una excusa y un punto de partida. Para ganar poder y justificarlo.
Se creía dueño del rebaño, y era celoso e intolerante con cualquier otro pastor que se le acercara: “Lo que tienes que hacer es guiarlo bien”. [al pueblo]. No es que mientras nosotros lo guiamos otros lo confundan. “No nos obligan a trabajar por placer, a crear conciencia revolucionaria y hacer que otros la desestimen”.
Muchos jóvenes de aquella época, que Vitorearon al nuevo líder barbudoYa sea que estuvieran en ese ámbito o en muchos otros, o en la radio o leyendo la prensa, ahora entenderán mejor sus palabras. Después de sufrir las consecuencias. Hoy están jubilados y fuera de forma, y después de toda una vida de arduo trabajo carecen del ingreso mínimo con el que pueden vivir.
Aquellos cuyas pensiones, obtenidas tras décadas de arduo trabajo, no alcanzan para comprar un cartón de treinta huevos, hoy se sienten engañados por su “revolución” y su seductor “líder”. Muchos se niegan incluso a reconocerlo y disculparse por ello, culpando a otros. Es valiente leer esa promesa vacía de 1959, y muchas otras veces a lo largo de décadas: “Sacrificad todas las demandas para salvar la revolución. Espera, confía en nosotros”. Confiaron en ella y pagaron una miseria por ello.
Ver tus resultados “Yo trabajo por Cuba” Durante medio siglo, cuesta creer que fuera sincero cuando dijo: “Sufro de contemplación impaciente del momento que necesariamente debe pasar hasta que llegue la oportunidad que ellos, principalmente los trabajadores, (…) (quienes) son para ayudarnos a pacificar el país, la normalización del país, por Consolidando la revoluciónPara salvar la cosecha, pueden recibir los frutos de los sacrificios que hacen”. ¡Pero no ha pasado ni un momento, son las vidas de varias generaciones enteras esperando, inútiles y engañadas!
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2 comentarios
Vaya guantelete que tenia el capo Cagandante, se la pasaba posando para las cámaras y el hijo de puta seguro que no cortó ni medio palo.
En este culto a la personalidad hay más miedo y oportunismo que devoción.
Las mismas jóvenes y viejas andrajosas que se emocionan frente a Díaz-Canel y antes con el narco, abrazarán apasionada y apasionadamente al marine yanqui o al rebelde cubano que, tras la ejecución de Raúl, tomará el poder y los impulsará. un emparedado de jamón y queso.
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