Luces intermitentes, cuerpos esculturales y música. La publicidad sobre el Cabaret Tropicana en La Habana apenas ha cambiado a lo largo de las décadas. El entorno ha cambiado y los clientes que buscan una noche de descanso tienen que superar algunos obstáculos, incluidos los métodos de pago: un proceso complicado y frustrante que muchos ven como una estafa.

“Nos dijeron que era sólo llegar y pagar para entrar, pero es más complicado”, lamentó un estadounidense que ingresó este sábado al cabaret más famoso de La Habana. El hombre, que viajó a la isla con un grupo que había viajado previamente a varias comunidades evangélicas cubanas, comprobó que la entrada al “paraíso bajo las estrellas” sólo se podía pagar con tarjetas magnéticas, no en efectivo.

Un boleto para disfrutar de un espectáculo de Tropicana cuesta regularmente entre $75 y $95, dependiendo de si es estándar o premium. Si se incluye la cena, puede costar hasta 120 y, este domingo 31 de diciembre, como oferta especial de Nochevieja, se incluyen varios servicios, pagando cada persona 300 dólares con la promesa de que será una presentación especial que disfrutará. el bailarín

Por consejo de un empleado de Tropicana, un extranjero fue a un hotel cercano y compró una tarjeta en MLC, donde depositó $800.

“Las tarjetas americanas no sirven, por lo que tienen que comprar una moneda libremente convertible (MLC) para entrar”, aclaró al grupo un empleado de la caseta de acceso de Tropicana. Cayendo ya la noche y las frescas temperaturas habaneras, los clientes menos ansiosos quisieron retrasar su entrada y posponer su primer trago de ron para calentarse el cuerpo.

Las tarjetas prepago del MLC cubano se adquieren en la isla (codeca) en aeropuertos, hoteles y casas de cambio. Se pueden utilizar para hacer reservas de hotel, viajar, comprar billetes de avión, pagar compras, alquilar coches y salir a comer en restaurantes. Su función principal es ayudar a los viajeros procedentes de Estados Unidos a superar las restricciones impuestas a las transacciones financieras entre ambos países.

Sin embargo, tras su implementación a mediados de 2021, lo que debería haber sido un beneficio se ha convertido en un dolor de cabeza debido a los persistentes problemas de conectividad entre las empresas que los utilizan y el banco central. La desconfianza también está asociada a este tipo de pago, que muchos turistas ven como una molestia, ya que les obliga a hacer cola para recibirlo y, además, se pierde el saldo que no se utiliza.

Por consejo de un empleado de Tropicana, un extranjero fue a un hotel cercano y compró una tarjeta en MLC, donde depositó $800, que cubrían las entradas de todos los miembros del grupo. Pero sus problemas apenas comenzaban. “Cuando fuimos a pasar la tarjeta, el dispositivo no la leía. Lo intentamos, pero nada”, dijo el triste turista. 14:30

Una, dos, tres veces y la pantalla del dispositivo siempre muestra un mensaje de error. “Estamos teniendo problemas para comunicarnos con el banco”, argumentó otro empleado, que aseguró que el TPV o terminal de pago “funcionaba perfectamente para tarjetas Visa o Mastercard no estadounidenses”, pero “lleva desde la tarde teniendo problemas con las tarjetas MLC”. , Una explicación que impresionó a los clientes.

“Estamos perdiendo dinero, porque hay gente que, cuando se entera que tiene que volver al hotel y comprar una tarjeta en MLC, no vuelve al espectáculo”.

“Estamos perdiendo dinero, porque hay gente que, cuando se entera de que tiene que volver al hotel y comprar una tarjeta en el MLC, no vuelve al espectáculo”, afirma un guía turístico que suele llevar a grupos de extranjeros en giras. Este periódico lo reconoce. Tropicana. “Todo el mundo sabe que lo mejor sería que los turistas pudieran pagar directamente en dólares, pero no quieren implementarlo por miedo a que flor En definitiva, en los bolsillos de los trabajadores.

“Para evitar que los empleados se queden con parte del dinero de las entradas [dan un ticket falso o reciclado a algunos turistas] “Han creado un mecanismo que no funciona y sólo trae dolores de cabeza a los visitantes”, advierte. Finalmente, tras varios intentos, los estadounidenses pagaron con una tarjeta Visa de un banco de España que llevaba consigo uno de ellos, con negocios en ese país.

“El problema es que en MLC estas tarjetas no son reembolsables, ahora tienen que gastar el dinero depositado porque no lo van a reponer aunque la tarjeta no funcione por problemas que no son en absoluto culpa de ellos”, explicó. destacó el guía oficial. “No se puede hacer así, todos perdemos”.

Tras una barrera en la entrada, el grupo de turistas americanos pudo acceder al Tropicana. Pero la noche no fue lo que esperaban. Dependería de ellos cómo lograrían en menos de 48 horas en Cuba recuperar los 800 dólares depositados en la tarjeta en MLC. El guía, avergonzado, aclaró que sólo podían retirar pesos cubanos de los cajeros automáticos -al tipo de cambio oficial de 120 CUP por dólar- o transferir dinero al MLC a la cuenta de un familiar o amigo en la isla.

Más que un espectáculo cultural, El cielo bajo las estrellas pareció a los abrumados estadounidenses, ese sábado, una representación completa del absurdo cubano.

________________________

Colabora con nuestro trabajo:

su equipo 14 medios Comprometido con un periodismo serio que refleje la profunda realidad cubana. Gracias por acompañarnos en este largo viaje. Te invitamos a continuar con nuestro apoyo, pero esta vez convirtiéndote en miembro de nuestra revista. Juntos podemos seguir transformando el periodismo en Cuba.