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¿Por que el régimen cubano aborta el paquetazo con tanta urgencia?
‘El pueblo cubano y las fuerzas vivas de la sociedad deben estar alertas ante los acontecimientos que puedan desencadenarse en cualquier momento.’
Apenas 24 horas antes de implementar el paquetazo aprobado por los oligarcas, el Partido y todas las instancias de Gobierno y posteriormente anunciado en la televisión nacional, se produjo un movimiento de marcha atrás con extremada urgencia.
Es importante señalar que previamente, tras el anuncio de la inmediata puesta en marcha del mencionado paquetazo, este fue seguido de un meticuloso bombardeo mediático en los medios de prensa cubanos, que fue acompañado por comparecencias televisivas de varios ministros, incluidos el ministro de Economía Alejandro Gil, el primer ministro Manuel Marrero, más una gira de más de 20 días por el país emprendida por el propio Miguel Díaz-Canel arengando sobre la necesidad y la utilidad de las drásticas e inquietantes medidas que se iban a implementar.
Ahora, este aborto súbito del paquetazo trae a la mesa una realidad que el régimen no puede esconder: existe en la cúpula del país un pánico atroz a que se produzca un gran levantamiento popular. Saben perfectamente que sería el fin.
Al parecer los informes de la Contrainteligencia cubana sobre el descontento creciente en la población a consecuencia del paquetazo que se implementaría, desataron las alarmas en Palacio y rápidamente se puso en marcha el plan B de sobrevivencia: sacrificar a algunos de los hijos de Saturno para tratar de calmar la ansiedad y la angustia de todo un pueblo que languidece en la extrema pobreza, de la cual no escapan los propios militantes del Partido y militares que ya experimentan un irreversible alto grado de descontento, y que ya no están dispuestos a secundar la lealtad partidista ni los llamados urgentes de unidad que ha hecho el nonagenario dictador en varias ocasiones en los últimos días.
Dicho en buen cubano, la cúpula está muy nerviosa porque han comprendido que “el horno no está para galleticas”.
La destitución de Alejandro Gil no es noticia. Era un movimiento esperado, la catástrofe es mayúscula y alguien tiene que ser culpable. Dos días antes de su destitución, la purga había comenzado con la defenestración de dos viceministros del Ministerio de Comercio Exterior e Inversiones por los resultados tan pobres y el desastre de la inversión extranjera en el país. Gil era un títere, y un inepto, su sustitución fue tardía. De todas maneras, como dice la canción de Julio Iglesias, “la vida sigue igual”; esto no va a cambiar absolutamente nada en el estatus quo que vive el país. Tampoco me asombraría que el próximo en la lista de defenestrados sea el mismo Díaz-Canel. A fin de cuentas, en el papel, él es el máximo responsable de la debacle del proceso de continuidad.
Saturno cuando está en apuros no entiende de amiguismos y lealtades, devora sin piedad a sus propios hijos. Junto a Gil fueron defenestrados otros dos ministros: la ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente y el ministro de la Industria Alimenticia. También en esta fase de la purga que se está llevando a cabo en estos momentos ha sido removido el primer secretario del PCC de la provincia de Santiago de Cuba. En los próximos días es probable que otros nombres se agreguen a la lista de funcionarios removidos.
En realidad, el barco está haciendo agua por todas partes, quitar a unos cuantos ministros y caras conocidas no resolverá la crisis, lo que hay que cambiar es el sistema, pero los nonagenarios comandantes quieren irse de este mundo con el legado de que la revolución no murió por ellos. Sin embargo, ya es tarde: el sistema se está desmoronando a toda prisa y no hay nada que lo salve. El quiebre definitivo esta al doblar de la esquina, y eso es lo que los tiene asustados, en alerta máxima. Aunque ellos no lo reconozcan, ya la revolución está muerta.
Los reclamos urgentes de unidad denotan la extrema fragilidad del régimen cubano
La crisis multisistémica que agobia a los cubanos y que ha sido provocada por la ineptitud y la mediocridad de quienes detentan el poder (escudados en el lunático fanatismo ideológico y en la ambición de controlar todas las riquezas del país, no dan margen alguno para hacer los cambios estructurales que se requieren para salir de la crisis) ha generado una situación caótica que parece no tener salida.
El país está quebrado, no tiene líneas de créditos, su matriz energética está colapsada, los tres principales rubros de ingresos han caído estrepitosamente: turismo, remesas y exportación de servicios médicos. El sistema de agricultura está prácticamente paralizado, la industria azucarera esta destruida. Igual suerte corren el sistema de salud, el sistema de educación y el sistema de transporte. Ya no queda nada nada por destruir. Lo único que se incrementa es la pobreza y la ira ciudadana, que de momento en los últimos dos años más de 600.000 cubanos la han resuelto marchándose del país.
Ante esta realidad, la cúpula gobernante ha pospuesto cuanto foro para el debate existe en las propias estructuras políticas habilitadas en el país para tratar los temas económicos, políticos y sociales que afectan al país y su ciudadanía. Meses atrás, el aparato partidista suspendió la Segunda Conferencia Nacional del Partido, invocando la necesidad de “ser consecuentes con la situación económica del país”. Un tiempo después, el Consejo de Estado anunció la suspensión por segundo trimestre consecutivo de las denominadas Asambleas de Rendición de Cuentas del delegado a sus electores, actividad a través de la que el castrismo ha tratado de ilustrar durante décadas su presunto modelo de “democracia popular”.
En otras palabras, los cubanos están sumidos en la pobreza, y el régimen les ha cerrado las tribunas donde canalizar sus quejas, aun cuando estas realmente nunca han funcionado y siempre han sido puro circo. Pero la cúpula ni siquiera se atreve ya a montar su circo.
En este sentido, el llamado a la unidad realizado por Raúl Castro el pasado 2 de enero, significó una fuerte señal de alarma. En un momento tan crucial, cuando el pueblo lo que necesita es un mensaje de esperanza, el nonagenario dictador empleó su discurso para infundir miedo en las ya diezmadas tropas partidistas y en los militares que no creen ya en la obligada lealtad y obediencia por la que una vez juraron y a la que han estado sometidos por décadas. Raúl Castro sabe que ese es el último bastión que aparentemente los mantiene en el poder. Es lo que le queda antes de irse de este mundo, en su lucha de última hora por evitar el hundimiento del legado que con la generación histórica la revolución se ha mantenido viva.
Sin duda, el país no solo vive una gran crisis multisistémica, también vive una gran crisis de liderazgo. En las propias filas del PCC y en las propias Fuerzas Armadas se respira un gran sentimiento de inconformidad, y un alto nivel de hartazgo que se manifiesta en la apatía, la dura crítica hacia el sistema y al accionar de los propios dirigentes del país. Esto explica el discurso derrotista de Raúl el pasado 2 de enero, llamando a la unidad que ya no existe, y recordando que se apartará del camino a todo aquel que se oponga a los cambios que ellos ordenen.
Es obvio que la Contrainteligencia ha calado bien hondo el malestar que hay ahora mismo en las propias filas militares y partidistas. De ahí, la operación súbita de dar marcha atrás al paquetazo. Una rebelión como la el 11 de julio del 2021 con el acompañamiento de militares descontentos y militantes del partido en rebeldía sería el fin de la dictadura, y esa realidad le está serruchando el piso a Saturno en estos momentos tan cruciales.
GAESA se desmorona y el rescate ruso se evapora
La inseguridad manifiesta en la cúpula del poder está relacionada entre otros factores con dos que son claves: la falta de recursos financieros y la ausencia de un mecenas que la mantenga a flote en esta etapa de tanta vulnerabilidad política. En este sentido, el quiebre financiero de GAESA y la evaporación del rescate ruso han desencadenado de forma súbita un acrecentamiento del nivel de vulnerabilidad que hoy presenta el régimen cubano. Con seguridad el mayor que ha tenido en más de seis décadas de dictadura comunista.
El quiebre financiero de GAESA es un factor clave. En este sentido, hay que destacar que la muerte del general Luis Alberto Rodriguez López Callejas, CEO de GAESA, ha generado un gran descalabro en el megaholding de los oligarcas cubanos. La verticalidad en la toma de decisiones y el manejo de las finanzas y las inversiones del país a su propia conveniencia ha resultado ser un acertijo indescifrable para los sustitutos que ha colocado Raúl Castro en su estrategia de reemplazo. Al parecer nadie da pie con bola de cómo se maneja a GAESA.
A primera vista, internamente se observa desorden, abandono, tiendas desabastecidas, y personal gerencial armando sus propias MIPYMES. Se está produciendo una especie de estampida mafiosa, tratando de crear nuevos pequeños feudos. La pérdida de proveedores, las grandes deudas de la empresa con estos, y la inmovilidad del Gobierno para tomar decisiones han generado una piñata interna que no parece estar controlada. El nivel de control que había en la empresa cuando estaba López Calleja ha desaparecido. Esto es una señal muy fuerte de desmoronamiento interno, de ruptura de la cadena de mando.
Lo ocurrido recientemente en FINCIMEX en víspera del paquetazo, con el tema de los sistemas informáticos que controlan las conexiones bancarias y la emisión de tarjetas magnéticas es un buen ejemplo del resquebrajamiento del orden dentro de GAESA. Como resultado de ello, la empresa Western Union ha tenido que suspender los envíos de remesas a la Isla hasta nuevo aviso y se ha detenido la emisión de tarjetas para la venta de gasolina en dólares.
Obviamente, algo grande está pasando internamente en GAESA. Los problemas de última hora surgidos con sus sistemas informáticos paralizaron las operaciones de las tiendas, las gasolineras y los envíos de remesa. Este inusitado infortunio “coincidió” con el abrupto aborto del paquetazo, lo cual ha generado innumerables especulaciones. Lo cierto es que un gran socavón ha ocurrido de pronto en GAESA y esto agita aun mas la incertidumbre de lo que pueda pasar en los próximos días.
Por otra parte, el anunciado rescate ruso ha sido mucho ruido y pocas nueces. Al parecer los rusos no confían en el retorcido sistema legal cubano y han contenido el impulso de inversión que un inicio parecía iba a abarcar varios de los sectores más importantes de la economía cubana. Sin embargo, nada se mueve en la dirección de las inversiones.
Por el poco movimiento visto hasta ahora, es comprensible que la parte rusa está siendo muy cautelosa en lo que se refiere a tomar decisiones sobre inversiones millonarias en la Isla. La parte rusa sabe perfectamente que el régimen cubano no es un socio confiable en términos económicos. Por otro lado, se ha percatado de la precariedad del modelo cubano y de la mentalidad primitiva a la hora de hacer negocios por parte de la nomenclatura cubana. En ese sentido, no encaja el viejo y obsoleto modelo económico cubano con el modelo ruso. Esta disparidad no permite un avance más rápido en las negociaciones. Es por ello, que todo queda en especulación y en promesas que no parece que se vayan a cumplir. En realidad, el verdadero acercamiento ha sido en el plano geopolítico militar, en el juego de la nueva Guerra Fría desatado a partir de la invasión rusa a Ucrania, y comprobado en la práctica con el espaldarazo que ha dado el régimen cubano a Rusia enviando mercenarios cubanos a la guerra y poniendo a disposición el territorio cubano para recibir visitas de bombarderos y submarinos rusos portadores de armas nucleares.
Muy pocas cosas han ocurrido, sin embargo, en el ámbito económico y comercial. Se ha creado una empresa en el Mariel para el almacenamiento y distribución de mercancías, pero hasta ahora nada se mueve en ese almacén. Se han conectado los bancos rusos con los cubanos para permitir el uso de las tarjetas rusas en la Isla. Lo más trascendente ha sido el incremento de los números de vuelos desde Rusia a Cuba, lo cual ha significado un aumento del turismo ruso en 3% en comparación con el año anterior. Han ocurrido acercamientos para explorar inversiones en el sector energético, pero nada concreto hasta el momento. Ya ni siquiera petróleo ruso llega a Cuba. Fuera de eso, desde el punto de vista comercial no ha trascendido nada significativo.
Conclusiones
La situación actual del país es extremadamente crítica. Sin duda, la crisis actual supera con creces la del Periodo Especial, a comienzos de los años 90. Esta es una crisis multisistémica a la que el Gobierno no acaba de encontrarle salida. La incompetencia de la cúpula gobernante que detenta el poder, sumada a la falta de liderazgo existente en el país, al estado de bancarrota en el que se encuentran las finanzas, al deterioro de las principales industrias, al descenso del 75% de los ingresos de la economía en comparación con 15 años atrás, han sepultado en los cubanos toda esperanza de una solución a esta crisis. Como consecuencia, más del 80% de la población cubana hoy vive en la pobreza.
En un momento en el cual GAESA, el pulpo oligárquico que controla el 95% de las finanzas y más del 70% de los principales sectores de la economía del país, se desmorona internamente y el rescate financiero ruso se evapora, todo indica que el país transita rumbo al colapso total. Ante esta realidad el pueblo cubano debe comprender que el aborto súbito del paquetazo fue una acción desesperada para evitar un inminente estallido social a gran escala, al que seguramente iban a sumarse militantes partidistas inconformes y un gran número de militares descontentos. Algo muy diferente a lo ocurrido el 11 de julio del 2021.
Es evidente el pavor que la cúpula gobernante tiene a la ira del pueblo. El nonagenario dictador la tiene muy clara y sabe que, dadas las circunstancias actuales, la probabilidad de que se produzca el quiebre del sistema antes que su propia muerte es real. Es por ello que ha puesto en marcha un plan B, defenestrando ministros para intentar limpiar la cara del Gobierno. Sin embargo, ya el pueblo cubano no se traga ese tipo de maquillajes como soluciones para apaciguar urgencias, que solo pueden superarse con un cambio de sistema.
Entretanto, la incertidumbre de lo que pueda acontecer en la Isla en los próximos días se acrecienta en la medida en que siguen aumentando los apagones, la escasez de combustible, alimentos y medicamentos, así como la inflación.
No uno, sino varios cisnes negros revolotean sobre el cielo de la moribunda revolución, en un momento en que las fisuras internas dentro de los estamentos del poder se acrecientan y ponen en máxima tensión a los oligarcas de Palacio. El pueblo cubano y las fuerzas vivas de la sociedad deben estar alertas ante los acontecimientos que puedan desencadenarse en cualquier momento. Cuando el río suena es porque piedras trae.
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2 comentarios
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Para los Militares Indecisos su lealtad no es para esta Tiranía sino para el Pueblo Cubano, del cuál ustedes son parte. Tal Período Especial nunca ha existido. Lo único que ha existido de verdad décadas de ingobernabilidad, crisis Sistémica, con pequeños intervalos de Demagógica Esperanza. Muchos de ustedes han viajado de una punta a la otra de la Isla, y han visto la destrucción creciente del País. Saben ustedes mismos que la Tiranía no se ha caído años anteriores por el Aparato Militar que tienen,entre amenazas, tortura y desapariciones. Saben ustedes mismos que PCC, en sí mismo, es un órgano Corrupto. Miren que están haciendo con las Finanzas de Cuba. GAESA, FINCIMEX, todos son dirigidos por el Buró Político Militar de los Castros Fascistas. Están desviando Miles de BILLONES de Dólares Americanos para sus Cuentas Bancarias Internacionales. En los primeros 59 años del Siglo XX, nunca ha existido un Robo tan Mayúsculo como el que está realizando el PCC. Abajo el Comunismo Fascistas
Excelente artículo. Yo en lo personal siempre he soñado con el momento de ver a Cuba LIBRE del Cáncer del Socialismo, y que todos los Cubanos vivan en Libertad. Desde que ellos anunciaron sus Políticas Neoliberales para aplicar el 1er día de Febrero, sabía que apartir de ese día se marcaría el Principio del Fin de la Tiranía Totalitaria Fascistas. Yo, realmente añoraba que pusieran en Práctica el Paquetazo Neoliberal, pero lo que no me esperaba es que la Contrainteligencia los alertara del abismo que le deparaba al PCC. Iban a ser las últimas para ellos. La luz al final del Túnel estaba ahí. Una gran multitud de Militares, de cualesquier sector, que pasan las mismas penurias que el Pueblo, van a tomar partido a favor del Pueblo, porque ellos saben que no son de Sangre Azul. Para todos los Militares Indecisos la lealtad No es ni a Fidel ni a Raúl ni mucho menos al PCC. Su Lealtad debe ser para sus Hijos, Nietos y demás Familiares para que vivan en Libertad, y que tengan Esperanza.