Un ciudadano de ascendencia cubana ha sido condenado en Estados Unidos por su participación en una serie de delitos graves, lo que marca un hito en la lucha contra el crimen organizado transnacional. Javier Hernández, de 50 años, de Miami Beach, Florida, recibió una sentencia de 95 meses de prisión por su papel en un grupo violento del crimen organizado con operaciones en Cuba, México, España y el sur de Florida desde al menos 2009.